sábado, 9 de junio de 2007

Cuandos

yo no corro cuando tu ausencia se vuelve furiosa

y cuando la memoria se me torna muy filuda y corta ciega mi entraña más querida… ni una queja

y cuando me percato, segundos eternos, de que ya tu sin mí y para siempre… el miedo... bah! el miedo...

por que desde que te fuiste de conmigo no sé de quién será la humanidad (costal con huesos) que era mía; pero sobre todo tuya.

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